La Gran Fuente Prismática del Parque Nacional Yellowstone
En algún momento del pasado de la Tierra, estimado en aproximadamente 2.500 – 3.500 millones de años, tuvo lugar lo que denominamos revolución oxigénica, durante la cual las cianobacterias produjeron tanto oxígeno que la atmósfera y los océanos quedaron literalmente saturados de este nuevo compuesto químico. Tal producción de oxígeno afectó drásticamente a la biósfera del planeta. Antes de la revolución oxigénica, pocos organismos estaban adaptados para vivir en presencia de oxígeno abundante; las moléculas de oxígeno actuaban como un veneno, reaccionando con las moléculas orgánicas complejas y degradándolas. Debido a esto, la mayor parte de la vida existente en ese momento debió quedar exterminada; las cianobacterias serían responsables de una gran extinción masiva.
Por otro lado, los elevados niveles de oxígeno que se acumularon en la atmósfera dieron como resultado una capa de ozono, de vital importancia para la vida como la conocemos ahora. El ozono filtra los perniciosos rayos ultravioletas, que tienen un efecto especialmente perjudicial para los ácidos nucleicos, impidiendo que lleguen a la superficie de la Tierra. Si lo miramos desde esa perspectiva, es muy probable que el desarrollo de la vida fuera de los océanos y más aún, de toda la vida como la conocemos, incluso la nuestra, haya sido posible solo gracias a la capa de ozono, y por ende, a las cianobacterias que aportaron el abundante oxígeno para generarla.
Podemos concluir diciendo que, hace 5.000 millones de años nacía nuestra estrella, el Sol. Luego, hace 4.600 millones de años se formaron planetas, entre ellos nuestra querida Tierra. Según el fósil, la vida se origino poco después, hace aproximadamente 4.000 millones de años. Los relámpagos y la luz ultravioleta del Sol descomponían las moléculas ricas en hidrógeno de la atmósfera, estas a su vez se reorganizaban espontáneamente produciendo moléculas más y más complejas convirtiendo a los mares primitivos en una verdadera sopa orgánica. Los cometas, asteroides y meteoritos aportaron mucha agua y muchos compuestos químicos orgánicos que fueron esenciales para el posterior desarrollo de la vida en la Tierra. Algunos científicos especulan inclusive que las primeras formas de vida en nuestro planeta, las bacterias, llegaron transportadas en el interior acuoso de los cometas. Otra posibilidad que no se puede ignorar es que esas primeras bacterias hallan llegado a bordo de meteoritos provenientes de Marte en épocas en las cuales el planeta rojo era muy parecido a la Tierra.
Mientras seguimos investigando sobre lo que la vida es, amigos míos, procuremos preservar su cuna: ¡La Tierra! Este “mar” de tranquilidad y perfecta simetría en el que se producen los precisos sucesos para que todo siga igual. Movimientos tectónicos, erupciones volcánicas, terremotos…Todo tiene un por qué y, me estoy oliendo que ese por qué, tiene mucha relación con el hecho de que la Vida, siga presente aquí, en un planeta privilegiado que, situado en la parte interior del Brazo de Orión, a 30 000 años-luz del Centro Galáctico, hace posible que eso que llamamos vida, persista y siga evolucionando para que observe el Universo y llegue a comprenderlo.
¡Cuánto trabajo nos queda por delante!
La pregunta que nos ha llevado siempre de cabeza en relación al Origen de la Vida, no ha podido ser contestada todavía con la certeza científica que todos deseamos. Mucho se ha investigado y los avances y logros del conocimiento humano sobre lo que la vida es, ha dado un gran paso hasta el punto de que en la actualidad podemos estar seguros de muchas cosas relacionadas con la vida y, continuamos uniendo los hilos y atando los cabos sueltos que nos lleven a saber cómo pudo surgir la vida en nuestro planeta y, sobre todo, comprender los procesos que durante miles de años se han producido con ayuda de agentes externos para que, esa evolución, fuese posible.
Desde que el Ser Humano comenzara a pensar, siempre ha estado de actualidad la temática y la inquietante pregunta: ¿De dónde y cómo pudo surgir la vida en nuestro planeta? Desde las brumas de la mitología, hasta los orígenes de la Ciencia hemos estado batallando con esa inquietante pregunta y, según creo, así seguiremos hasta la consumación de los siglos, toda vez que, mientras no lleguemos al nivel más alto que la vida tiene destinado, es decir, ¡convertirse en pura luz! ¡Fundirse con la energía del universo! Hasta entonces, no llegaremos a comprender lo que la vida es.
emilio silvera